Título: ARRAIANOS
Duración: 70 min.
Color: Color
Formato de grabación: Digital HD
Lengua original: Gallego
País de producción: España
Producción: Artika Films
Coproducción: Zeitun Films
Año de producción: 2012
Título: ARRAIANOS
Duración: 70 min.
Color: Color
Formato de grabación: Digital HD
Lengua original: Gallego
País de producción: España
Producción: Artika Films
Coproducción: Zeitun Films
Año de producción: 2012
Con Eulalia González, Aurora Salgado, Celsa Araujo y Antonio Ferreira
Director: Eloy Enciso
Guionistas: Eloy Enciso y José Manuel Sande, a partir de la obra de Jenaro Marinhas del Valle O Bosque
Director de fotografía: Mauro Herce
Dirección de actores: Manolo Fontemoura
Sonido directo: César Fernández y Joaquín Pachón
Mezclas de sonido: Vasco Pimentel y Tiago Matos
Montador: Manuel Muñoz
Directora de producción: Rocío Cabrera
Jefa de producción: Beli Martínez
Productores: Carlos Esbert · Eloy Enciso
Coproductor: Felipe Lage Coro
Festival de Locarno (Suiza)
Hamburg Film Festival (Alemania)
Festival de Vancouver (Canadá)
DocsLisboa (Portugal)
Festival de Nouveau Cinema de Montreal (Canadá)
Viennale (Austria)
SEFF Festival de Cine Europeo de Sevilla. Premio Mejor Película Nuevas Olas
REC Tarragona
Cineuropa Santiago de Compostela
First Look – Museum of Moving Images NY (EE.UU.)
Premio Acto de Primavera
FICUNAM – Festival Internacional de Cine UNAM (México). Mención Especial
Play-doc Festival Internacional de Cine Documental
Festival Cinemateca Uruguaya (Uruguay)
BAFICI Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente (Argentina). Premio Vanguardia y Género
D’A Festival Internacional Cinema d’Autor Barcelona. Premio Nou Talent
Transcinema (Perú). Premio Transcinema
Melbourne International Film Festival (Australia)
Cinespaña. Festival du Cinéma Espagnol de Toulouse (Francia)
Underdox. Festival Für Dokument und Experiment Münich (Alemania)
Pensando en cómo combinar en la película la trama de la obra O bosque con el registro del cotidiano, leí en los diarios de Vertov una reflexión sobre la naturaleza de la imagen que acabó por ser importante para el proceso de creación de la película: “Si filmas una manzana real y una falsa de modo que no puedas diferenciarlas, eso no significa que sepas filmar. Significa de hecho lo contrario. Deberíamos filmar la manzana real de tal forma que no sea posible ninguna imitación”. En vez de trabajar en la frontera de géneros con un solo lenguaje híbrido, decidí explorar dos lenguajes aparentemente antagonistas que no tuvieran otra alternativa que coexistir y crear un diálogo entre ellos, como el hombre y los animales o la realidad y los sueños hacen.
En este sentido, la identidad geográfica a la que hace referencia el título (los arraianos, habitantes de la frontera galaico-portuguesa) es un pretexto para hacer un film fronterizo en el sentido de la dualidad entre realidad e imaginación: lo que se imprime en la memoria como una mezcla de realidad y la construcción mítica de esa realidad.
Existía también el deseo y el reto del trabajo con el idioma, poder retratarlo no tanto como vehículo de mensaje sino ante todo como expresión plástica y musical. Se eligió O Bosque como el texto para trabajar este aspecto porque me pareció que el autor se acerca a esa idea que defendía Straub: “hacer que las piedras sean como palabras y las palabras como piedras”. Por ese deseo y por el de retratar cierta esencia del lugar, quise trabajar con actores no profesionales en un registro no naturalista. Explorar esos pequeños gestos, sutiles movimientos o giros de la voz que muestran quién es, a pesar de todo, la persona que encarna al personaje; es decir, ese sustrato o esencia documental (y plástica) que sobresale y brilla, precisamente, a partir de un dispositivo de ficción.
En Arraianos, el conflicto de los personajes o el contexto histórico en el que ocurre el filme está planteado de forma abierta. Esta decisión genera a veces debates con amigos o espectadores acerca de por qué no mostrar claramente en qué tiempo ocurre, cuál es “el tema principal” o qué conclusión debemos extraer del filme. Trabajar de este modo no se debe a una voluntad intelectual o de abstracción, sino a querer proponer al espectador una relación en primer lugar sensible con las imágenes y el sonido. Trasladarle también parte de la responsabilidad (el privilegio en realidad) de decidir el sentido de la búsqueda y lucha de los personajes, del filme en su conjunto. Que se produzca un diálogo con la memoria, en la cual existen conflictos, incongruencias y significados abiertos que cambian en el tiempo. La intención última es intentar no embalsamar las imágenes, que sean porosas para que continúen estando vivas una vez ha terminado el filme.